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El problema no nos define cómo resolverlo

El problema no nos define cómo resolverlo

Lo central del Abordaje Social Comunitario es su capacidad de intervenir en diferentes contextos, en modalidades transdisciplinarias, sin estar condicionado por el problema a resolver. Acudimos a la comunidad, o definimos intervenir en un grupo, con una idea acerca de lo que pasa, qué podemos hacer y cómo lo vamos a hacer. Estas ideas preconcebidas (¿podríamos llamarlo preintervención?) deben ser contrastadas con los resultados que nos brinde el Diagnóstico Comunitario.

Otros modos de intervención se definen desde el problema y eso condiciona todo el proceso. Son los famosos planes diseñados en los escritorios y en las academias, lejos de donde la situación a abordar se está desarrollando. El problema y los modos de resolverlos están dados de antemano. Lo único que tengo que hacer es enlazar lógicamente ambos extremos y ¡Zas! Problema resuelto.

Pero la realidad, esa que se empeña en ser más compleja, no funciona así…

Iniciamos el proceso de intervención psicosocial con más dudas que certezas. No sabemos qué nos vamos a encontrar, no sabemos si contamos con los recursos suficientes para intervenir. No sabemos si quieren que intervengamos. Esas dudas se van a ir despejando conforme construyamos el Andamiaje Vincular Comunitario que es esa red de vínculos construídos a propósito con la finalidad de activar el Cambio Social.

Sostener este proceso de incertidumbre implica que el problema no me define de antemano las herramientas con las que cuento. Porque implicar a los Sujetos Comunitarios en el proceso de intervención significa también sumar las herramientas y recursos que ellos aporten. Por eso el problema no está cerrado, definido, demarcado. El problema es algo a resolver, un desafío aceptado. Una situación a la que vamos a hacerle frente de una manera activa soltando el monopolio de su abordaje.

Esto genera la posibilidad de usar múltiples herramientas, múltiples recursos y un horizonte que se escribe diariamente. No se puede hacer cualquier cosa, aunque incluya innovación y creatividad. La solución (en adelante Proceso de intervención psicosocial) debe tener coherencia interna. La vulnerabilidad a resolver, el problema a abordar o el desarrollo a realizar (repito) no condicionan la naturaleza del encuadre. Esta ventaja es superlativa.

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