Hace unos días me encontraba leyendo un Eboock de Arizaldo Carvajal Burbano que se llama “Apuntes sobre el Desarrollo Comunitario”. El autor ha hecho un esfuerzo por compilar diferentes teorías sobre el desarrollo y sobre la comunidad.
Cuando llega al punto de definir a la comunidad, cita a un autor (Zárate) para expresar el conjunto de cualidades en los que los autores coinciden, a saber:
- Es un conjunto de personas
- Comparten algún interés, rasgo o elemento
- Se ubican en una determinada área geográfica
- Tienen conciencia de pertenencia
- Se da una interacción intensa entre los miembros
- Constituye una unidad social
Comparto lo anterior, aunque considero que estas cualidades carecen de rigor. Algunos puntos pueden significar cualquier cosa menos un rasgo de lo que consideramos presente en lo que definimos como comunidad. Y al leer el texto sentía que algo estaba faltando. Eso que me faltaba era que la mayoría de las definiciones de Comunidad son descriptivas, pero no operativas. Podemos decir con mayor facilidad qué son, pero no por qué existen ni para qué sirven. Y si, además, trabajamos en el campo de las intervenciones sociales o psicosociales, necesitamos una definición operativa.
¿Por qué necesitamos una definición operativa? Porque cuando hablamos de lo comunitario, a los que trabajamos en intervenciones sociales, nos remite a un objeto de abordaje. Todas las disciplinas (TODAS) poseen un objeto de abordaje. Cuanto mejor definido el objeto de abordaje, a mayor rigor teórico, técnico y praxiológico podemos aspirar. La Comunidad, como objeto de abordaje, requiere un más allá a las aspiraciones descriptivas, e intentaré ir unos pasos hacia allí.
He aquí mi definición descriptiva sobre qué es una comunidad: Es un grupo social específico que ha construido una trama vincular (un conjunto de vínculos sostenidos en el tiempo). En esta trama vincular hay un lazo común a todos los miembros que opera como Identidad Comunitaria y genera el Sentido Psicológico de Pertenencia. Este grupo social específico se localiza en un espacio geográfico específico. Forman parte de un ecosistema mayor (territorio) donde se generan intercambios con otras comunidades y otros territorios.
Sin embargo, tampoco alcanza para convertir a la Comunidad en un objeto de abordaje, porque no es una definición operativa. Sigue siendo descriptiva. Para avanzar debemos intentar una explicación de por qué existen las comunidades y para ello hay que develar su finalidad.
La finalidad de la Comunidad es generar condiciones de subsistencia, contención y desarrollo de sus individuos, sus grupos de crianza y los grupos de socialización que la integran. Estas condiciones se generan a través de las acciones y los intercambios en las matrices vinculares y en la interacción con el medio ambiente. Las matrices vinculares son redes de vínculos que funcionan como sostén y posibilitadoras para el acceso a bienes y servicios que los sujetos necesitan para sí y para los demás significativos.
Como si fuera un domo invisible, permeable (que intercambia con el afuera), estas matrices vinculares toman características particulares a través de dos fuentes: el espacio geográfico y las individualidades.
El primero (el espacio geográfico) define las interacciones con el medio ambiente y da forma a aspectos como las circulaciones de los habitantes, el entramado económico, las formas de esparcimiento. Sospecho también que genera una percepción particular sobre el uso del espacio en relación al clima y que esa percepción deviene en expresiones culturales que se encuentran en los procesos de construcción de las identidades comunitarias.
La segunda fuente, las individualidades, remiten a lo único e irrepetible: el sujeto. Las individualidades son esa otra fuente de diferenciación. Los individuos se encuentran bajo diferentes formas en la comunidad: sujetos, sujetos comunitarios, habitante, ciudadano, líder. La comunidad es el lugar donde dejamos de ser individuos, donde nos empezamos a pensar en relación a otros individuos. Empero, el individuo alimenta con su impronta personal todas las matrices vinculares. Lo que hace siempre lleva un sello irreductible.
Para cerrar: no alcanza con definiciones descriptivas de lo que es un Comunidad, hay que operativizarla. Para hacerlo debemos comenzar a pensar por qué existen, cuál es su función o cuál es su finalidad. La finalidad de la comunidad es generar condiciones de subsistencia, contención y desarrollo de sus miembros. Y lo hará de manera particular tomando como fuente de originalidad su geografía y las individualidades.